La tecnología ha llegado a nuestras vidas de forma abrupta, transformando nuestra sociedad y la forma en la que interactuamos con el mundo y como nos comunicamos. Ha mejorado la accesibilidad, eficiencia, rapidez de comunicación, pero ha traído consigo algunos desafíos para nuestra salud mental. En este artículo vamos a explorar el impacto de la tecnología en nuestra salud mental y como encontrar un equilibrio saludable.
El uso excesivo de la tecnología puede tener efectos negativos en nuestra salud mental. La adicción a los dispositivos electrónicos, como los teléfonos inteligentes y las redes sociales, es una preocupación cada vez más creciente, influyendo en nuestras funciones ejecutivas (nivel de atención, de memoria), en el sueño y en las relaciones sociales cara a cara, en la autoestima y en la autoimagen. Además, la exposición constante puede generar estrés y ansiedad.
La tecnología ha facilitado el acceso a la información, la comunicación instantánea y la automatización de tareas. Sin embargo, ha traído consigo desafíos significativos para la salud mental, debido al aumento de la exposición a las redes sociales, dependencia de los dispositivos electrónicos y la constante conexión. Además, las redes sociales han revolucionado la forma de conocernos. Inicialmente se crearon para conectar a las personas, pero ha derivado en problemas de salud mental debido a la constante comparación con los demás, la búsqueda de la validación a través de los “me gusta” y la exposición a contenido inadecuado y constante, sobre todo en los más jóvenes. La exposición a la vida “aparentemente perfecta” de los demás genera sentimientos de insuficiencia y afecta negativamente a la autoestima.
A pesar de estos efectos negativos, la tecnología también ha demostrado ser una herramienta valiosa para nuestra vida y nuestro bienestar emocional. Aplicaciones de bienestar, terapia online como Terapia en Casa, recursos de autoayuda, búsqueda de apoyo en otros en personas con dificultades de socialización, aisladas poblacionalmente o en situaciones difíciles. Estas herramientas son cada vez más accesibles.
Por ejemplo, la telepsicología ha permitido a muchas personas a nivel mundial acceder a servicios de salud mental desde su casa, y de forma más fácil y económica.
Vamos a describir algunas estrategias que te pueden ayudar a mantener una buena salud mental en el mundo digital:
- Ponte límites y horarios en el uso de la tecnología. Por ejemplo, establece momentos específicos del día para revisar el correo electrónico o las redes sociales, evitar el uso excesivo antes de acostarte, programar periodos de desconexión durante los fines de semana o durante las vacaciones.
- Practica la desconexión digital. Desconectarse de la tecnología periódicamente puede ayudar a reducir el estrés y restaurar el equilibrio mental. Por ejemplo, dedicando tiempo a disfrutar de actividades fuera de la pantalla como salir a caminar, socializar, hacer deporte, leer un libro, escribir…
- Practica la atención plena o mindfulness. Tomarte momentos de desconexión y centrarte en el presente ayuda a reducir el estrés y a mejorar la claridad mental.
- Prioriza tu autocuidado, utilizando la tecnología. Por ejemplo, apps de seguimiento de hábitos, videos de meditación o recursos de bienestar. Sin la tecnología también es importante mantener un estilo de vida equilibrado a través de una alimentación balanceada, ejercicio físico y descanso.
- Fomenta las conexiones cara a cara. Establecer relaciones significativas en persona fortalece los lazos sociales y promueve el bienestar emocional, así como contribuye a un sentido más profundo de pertenencia.
- Practica la autorreflexión sobre tus decisiones y sobre el tiempo que dedicas a la tecnología y como te afecta. Por ejemplo, puedes coger una hoja con 24 casillas y colorear cuanto tiempo dedicas a cada actividad básica. Por ejemplo, 8 horas dormir, 8 horas trabajar, 1 hora para comer/cenar. Una vez has apuntado las actividades que realizas siempre, anota el tiempo que dedicas a estar con la tecnología (en los ajustes del teléfono puedes ver el tiempo que pasas en cada app). Píntalas. Y ahora, ¿cómo te hace sentir ver el tiempo que dedicas? ¿podrías dedicarlo para hacer otra cosa?.
Para terminar, como hemos ido viendo a lo largo de este artículo, la relación entre la tecnología y la salud mental conlleva aspectos positivos como negativo. Encontrar un equilibrio saludable implica adoptar una perspectiva consciente, priorizando nuestro bienestar emocional y el control de la tecnología en el tiempo de uso. Poner en práctica los límites en el uso de la tecnología, practicando la desconexión y usando la tecnología de forma responsable, aprovecharemos sus beneficios sin comprometer nuestra salud mental. La clave radica en utilizar la tecnología como una herramienta de apoyo y no depender de ella, o al menos lo imprescindible.
Al establecer límites, practicar la desconexión digital, fomentar las relaciones personales, reflexionar sobre nuestra relación con la tecnología y mantener rutinas saludables, podemos proteger nuestra salud mental y disfrutar de los beneficios de la tecnología de manera equilibrada.
Si sientes que el uso que realizas de la tecnología es demasiado y no puedes controlarlo, puede que experimentes signos de adicción a la tecnología o tecnoestrés. Si lo necesitas, estamos para ayudarte.

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