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Los seres humanos somos seres sociales, por lo que el contacto habitual con los demás es necesario para la supervivencia. Si tienes miedo a que te juzguen y es más intenso de lo que crees que debería ser, si te sientes inseguro en situaciones sociales diarias, si tienes miedo de conocer a gente nueva, podemos definir este miedo como ansiedad social.
La Fobia Social se define por un miedo intenso o ansiedad ante determinadas situaciones sociales o actuaciones en público. La persona que lo sufre evita este tipo de situaciones, y si las vive es con mucha angustia. La vergüenza, el miedo a sentirse humillado o degradado, temor a la evaluación externa se convierten en las principales preocupaciones, provocando una limitación significativa en el funcionamiento cotidiano de la persona. A menudo sienten preocupación de que la ansiedad se note y lleguen a sudar, ruborizarse, temblar, se les quiebre la voz o se queden en blanco.
La fobia social se localiza dentro de los trastornos de ansiedad, como estuvimos hablando en anteriores entradas al blog, por lo que el miedo y la ansiedad son las principales emociones y mecanismos que se activan ante situaciones sociales.
Aunque es normal sentir cierta ansiedad en situaciones sociales, estas personas experimentan un grado de malestar excesivamente alto, lo que les lleva a evitar estas situaciones. Aproximadamente un 13% de las personas presentarán ansiedad social en algún momento de su vida.
El miedo que provocan estas situaciones es desproporcionado al riesgo real de evaluación negativa. El exponerse a situaciones sociales provoca un temor enorme a ser evaluado negativamente, que le consideren ansioso, débil, loco, desagradable, etc. Tiene miedo a actuar o mostrarse de una determinada manera en la que pueda creer que hace pensar a los demás.
Es importante tener en cuenta que el trastorno de ansiedad social es diferente a la timidez ya que las personas tímidas son capaces de participar en situaciones sociales mientras que las que padecen fobias sociales son tan incapaces que llegan a aislarse de la gente que les rodea.
Las fobias sociales suelen comenzar en la época de la infancia y adolescencia.
La fobia social afecta a la vida de la persona de diferentes formas, como sentimiento de soledad o de decepción por perder o no aprovechar oportunidades de hacer amigos y actividades, perder oportunidades para compartir aptitudes y aprender nuevas habilidades.
Para el tratamiento de la fobia social la terapia con más evidencia de éxito es la terapia cognitivo-conductual, donde se trabajan técnicas de afrontamiento, de gestión del estrés, formas diferentes de pensar, comportarnos y relacionarnos, enseñanza de habilidades sociales y la terapia de exposición. Esta última es especialmente importante porque hace referencia a confrontar progresivamente los miedos para ayudar a participar en actividades sociales que está evitando. Cuando la fobia social es grave y repercute en la vida general de la persona, se puede combinar el tratamiento psicológico con medicación (en concreto, antidepresiva o ansiolítica).
Otro tipo de terapia evidenciándose efectos positivos es la terapia de aceptación-compromiso, enfocada en la atención plena y establecimiento de metas para reducir su incomodidad.
Si piensas que tú o algún ser querido puede necesitar ayuda para manejar la fobia social, queremos que sepas que podéis contar con nosotros siempre que nos necesitéis. Estaremos al otro lado para escucharos y ayudaros a encontrar soluciones.
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