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Como psicólogo, encuentro que una de las áreas en las que más frecuentemente las personas experimentan malentendidos es en el terreno de la comunicación interpersonal, específicamente entre lo que significa ser agresivo y lo que significa ser asertivo. Aunque ambos términos pueden parecer, en cierta medida, estrategias para expresar opiniones o emociones, sus diferencias son profundas y tienen implicaciones directas en las relaciones interpersonales, la autoestima y el bienestar emocional.
Este artículo pretende ofrecer una explicación detallada de la diferencia entre agresividad y asertividad, desglosando ambos conceptos desde una perspectiva psicológica.
¿Qué es la agresividad desde un punto de vista psicológico?
Entendemos la agresividad como una forma de comunicación que implica una conducta dominadora y hostil hacia los demás. Quien comunica agresivamente a menudo busca imponer su punto de vista o sus deseos sin considerar los sentimientos, deseos y derechos de los otros. La agresividad puede manifestarse de muchas formas, desde la violencia física hasta la manipulación emocional y verbal.
La agresividad puede tomar formas obvias u otras más sutiles, y no siempre se presenta como una explosión emocional intensa. Entre sus manifestaciones más comunes, se encuentran:
Esta forma de comunicación, aunque en ocasiones logra resultados inmediatos (como hacer que otros obedezcan o se dobleguen), tiene efectos negativos en el largo plazo. La agresividad destruye la confianza, genera resentimiento y, con frecuencia, provoca rupturas en las relaciones. Además, las personas que suelen comunicarse de forma agresiva tienden a experimentar niveles elevados de estrés y una sensación de aislamiento o incomprensión.
Consecuencias de la Agresividad en nuestro bienestar
En el ámbito psicológico, se ha demostrado que la agresividad puede tener efectos dañinos tanto para quien la ejerce como para quienes la reciben. Algunas de las consecuencias más comunes incluyen:
Entonces la ansiedad… ¿Es todo lo contrario?
Pues no exactamente. Entendemos que lo contrario sería la sumisión. La asertividad es un estilo de comunicación caracterizado por la habilidad de expresar sentimientos, deseos y opiniones de manera honesta y respetuosa, sin violar los derechos de los demás ni menospreciarlos. Las personas asertivas son capaces de manifestar sus necesidades y límites de forma clara y respetuosa, sin caer en la agresividad ni en la pasividad.
La asertividad se basa en el respeto mutuo y en la autoafirmación. Algunas características de la comunicación asertiva son:
Consecuencias de la Asertividad en nuestro bienestar
Vamos a ver las diferencias de forma clara para que lo entendamos definitivamente:
Vamos a poner un ejemplo: Te piden que trabajes horas extras.
Cómo Desarrollar una Comunicación Asertiva
El desarrollo de una comunicación asertiva requiere práctica y autoconciencia. A continuación, algunos consejos que pueden ayudar:
La diferencia entre agresividad y asertividad es fundamental para mantener relaciones saludables y fomentar el bienestar psicológico. La agresividad, aunque puede ofrecer una sensación temporal de control, termina dañando las relaciones e impactando negativamente la autoestima y el bienestar general. Por el contrario, la asertividad no solo nos permite expresar nuestras opiniones y necesidades, sino que también fortalece nuestra autoestima, reduce el estrés y nos ayuda a construir relaciones basadas en el respeto y la confianza. Optar por la asertividad es, en última instancia, una elección de respeto, tanto hacia uno mismo como hacia los demás.
Si sientes que te cuesta comunicarte con los demás, no dudes en contactar con nosotros.
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