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¿Cómo mejorar la productividad?

Por Laura Castellano, Psicóloga y redactora de Terapiaencasa.es

Para empezar, la productividad es el nombre que se utiliza para denotar la capacidad de lograr los objetivos y metas propuestas a un coste reducido.

La productividad es un concepto que se utiliza, en mayor medida, en las organizaciones y empresas. De hecho, es uno de los aspectos que más se valora a la hora de la evaluación tanto de la empresa, como de su personal.

En este sentido, la productividad es lo que dictará el futuro de la organización, mientras mayor sea la capacidad de la empresa de alcanzar sus propios objetivos con un menor gasto de recursos, mayor será su rendimiento y beneficio. Es por esto que la productividad es uno de los elementos más importantes a considerar.

El servicio de atención psico-social puede ayudar a ser más productivo
Imagen obtenida gratuitamente en Freepik.es

Conociendo esto, la pregunta a continuación es la siguiente:

¿Cuándo consideraremos que nuestra empresa es productiva?

Pues la respuesta es sencilla, la empresa u organización será productiva en la medida en que sus trabajadores así lo sean.

Los empleados son el punto más importante de las empresas, dado que son ellos quienes hacen que dicha organización funcione y lo haga de una manera productiva, de una manera rentable, de una manera estable y que pueda perdurar en el tiempo. Es el capital humano quien hace grande (o pequeña) a una organización.

Hasta este momento, hablamos de la productividad desde la perspectiva organizacional. Sin embargo, encontramos que para que una organización sea productiva, el capital humano que lo compone debe ser productivo, lo que a su vez se consigue si cada una de las personas de ese equipo es productivo individualmente.

“Como ves, el funcionamiento de una empresa, dependerá del correcto funcionamiento de sus partes hasta el nivel individual”

Es aquí cuando se observa que el bienestar y la salud mental de cada uno de los individuos que conforman la organización es de suma importancia, ya que, sin lugar a dudas, una adecuada salud mental se traduce en mejores índices de productividad.

Seguramente, llegados a este punto, te preguntes ¿cómo puede afectar una sola persona a al funcionamiento de toda una organización?

La respuesta a esto puede que no sea tan sencilla, pero te lo explicaré:

Una persona puede aumentar y disminuir su productividad en función de su estado anímico y bienestar general, por ejemplo: una persona que se encuentre más motivada, que tenga una satisfacción con su vida elevada, un estado anímico estable, es probable que tenga una buena capacidad de gestión del estrés, capacidad de adaptación, de afrontamiento, de gestión emocional, etc. Lo cual se traduce en unos índices de productividad superiores a una persona que difiera en todos estos elementos.

En contraposición, una persona que tenga un estado anímico bajo, que se encuentre a disgusto a nivel personal, que visualice su vida dentro de una nube negra, es probable que reduzca su nivel de productividad. En este caso, es muy probable que su trabajo no se lleve a cabo de la manera esperada, por tanto, no conseguiría alcanzar los objetivos planteados.

Si esto es así, el trabajo que no consigue hacer, tendrá que hacerlo otra persona (jefe, compañeros, etc.), lo cual representará no solo un retraso al equipo, sino una carga adicional para la persona que deba cumplirlo.

Sin duda alguna y como te imaginarás, esta segunda persona, con esa carga adicional, es probable que desarrolle cierto malestar y empiece a verse afectado su trabajo.

Como ves, se vuelve una fila de piezas de dominó en la que, al caer una pieza, va haciendo caer a las demás.

En este ejemplo, y como sucede en la vida real, son consecuencias que no se observan a corto plazo, de hecho, no suele llegar a tan altos niveles ya que, antes de llegar a ese punto, se empiezan a adoptar determinadas medidas relacionadas al bienestar de la empresa y corrección de esa productividad: cambios de puestos, sustituciones, despidos, etc. Dejando de lado (en la mayoría de los casos) los elementos que se esconden tras esa disminución de la productividad (todos aquellos elementos que pueden afectar a la persona a nivel individual).

Sabías que un equipo de psicologos puede hacer que tu empresa sea más productiva
Imagen obtenida gratuitamente en Pixabay.com

¿Qué papel juega la salud mental en la productividad?

Es aquí cuando se trata la productividad individual. Cómo he mencionado anteriormente, una adecuada salud mental se traduce, a nivel individual, en mejores niveles de productividad, mejor rendimiento, alcance seguro de los objetivos, mejor ambiente de trabajo, mejor disposición, mayor capacidad de aprendizaje y adaptación… lo que es igual a mejor productividad de la empresa.

¿Cómo se ve una productividad afectada?

Bajos niveles de productividad se traducen en baja capacidad de concentración, mayor reacción negativa ante eventos o situaciones amenazante, otorgarle mayor valor a las vicisitudes, visualización de limitaciones más que de oportunidades. Disminución en la capacidad resolutiva, menor resiliencia, dificultades en la atención y la memoria, lo cual, a su vez, afecta al aprendizaje, la adaptación y a la solución efectiva de problemas.

¿Cómo podemos evitar llegar a eso?

Para una adecuada productividad a nivel organizacional es importante destacar los siguientes elementos:

Valoración: Por un lado, es necesario sentir que nuestro esfuerzo es recompensado, es decir, sentir que nuestro trabajo es valorado no solo por nosotros mismos sino también por los demás, especialmente mi equipo y superiores.  

Expectativas: Plantearse objetivos adecuados y realistas, que tengan un justo nivel de dificultad, ni muy fácil para que genere pereza y procrastinación, ni muy difícil para que sea inalcanzable generando así desmotivación. Lo ideal es tener objetivos que puedan ser alcanzables y reconocidos, que permitan mantener la motivación constante de las personas que deban alcanzarlo.

Cohesión: Del mismo modo es esencial trabajar la cohesión, el sentirse integrado al equipo es un factor motivacional de por sí. La probabilidad de que una persona no integrada, aislada o excluida disminuya su productividad es muy alta.

Para una adecuada productividad a nivel individual, además, es importante destacar los siguientes elementos: autoconcepto positivo, gestión emocional, estrategias de afrontamiento adecuada, comunicación asertiva, herramientas para el control del estrés, gestión realista del tiempo, expectativas, autoexigencia y automotivación.

Como has visto a lo largo de este artículo, ¡La empresa la hace su personal, por lo que es lógico que si queremos aumentar la productividad debemos empezar por ahí!

Desde Terapiaencasa.es trabajamos para que tu empresa consiga los niveles de productividad más óptimos y así traducirse en mayores beneficios. Si consideras que tu organización se puede ver beneficiada: Contacta con nosotros, ¡esta es tú oportunidad para mejorar la calidad del trabajo de tu equipo y mejorar tu empresa!

Si eres autónomo o tienes una empresa y este artículo te ha parecido interesante, puedes echar un vistazo a este enlace, estamos seguros de que te va a gustar.

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