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¿Cómo sé si lo que tengo es distimia?

Por Isabel Roca, Psicóloga y Redactora de Terapiaencasa.es

Si te sientes triste desde hace tiempo, pero no identificas que sufres depresión, puede que lo que te esté ocurriendo es que sufras de Distimia.

¿Qué es la distimia?

La distimia es un trastorno depresivo persistente, es decir, leve, continua y crónica. Se caracteriza por largos periodos de profunda tristeza y provoca que la persona se encuentre en un pozo oscuro y sin fondo. Aunque los síntomas son menos severos, se prolongan con el tiempo hasta volverse crónicos. Tiene una duración superior a dos años en adultos. El trastorno distímico cursa con características similares con la depresión mayor pero menos intensas.

Las personas que lo sufren pueden padecer una “doble depresión”, es decir, experimentar estados de ánimo bajo y alto dentro de un estado melancólico y apático generalizado. Es común la comorbilidad con otros trastornos psicológicos y orgánicos, como la fibromialgia, trastornos de ansiedad, fobia social, trastornos de personalidad, por un trastorno adaptativo, enfermedad de Chron, etc. Además, es más común en la vejez. 

Todas las personas sentimos tristeza y es una emoción básica y necesaria que todos sentimos ante la pérdida o al enfrentarnos a situaciones que son desagradables para nosotros. Sentirnos tristes nos permite adaptarnos a la pérdida y protegernos a través de la conexión con uno mismo. Sin embargo, el aislarnos de manera habitual y evitar el contacto con los otros genera un tipo de habituación que acaba propiciando el empeoramiento de la enfermedad. En el caso de la distimia, la tristeza es más profunda, duradera y se va acompañando progresivamente de una reducción en la cantidad de actividades que realiza la persona y en su calidad de vida.

Es común que se mantenga con el tiempo al dejar de realizar actividades que ponen en contacto con emociones agradables. Es común que la persona tienda a aislarse, mostrar desinterés a su entorno y evitar ponerse en contacto con situaciones interpretadas como desagradables.

Si quieres saber si tienes distimia, puedes consultar con nuestro gabinete de psicólogos online
Imagen de Ennie Horvath en Pexels.com

Síntomas de la distimia


Los síntomas que caracterizan la distimia son:

Con la depresión comparte algunas características similares pero con menor gravedad en el caso de la distimia. Las principales diferencias son las siguientes:

Depresión:

Distimia:

Si quieres saber si lo que sientes es algo más que tristeza, saber si tienes distimia o depresión, consulta con nuestro psicologo online especializado
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Causas y factores de riesgo

El trastorno distímico es multifactorial, es decir, no hay solo una causa que implique la aparición del trastorno. Existen factores bioquímicos (cambios en la función y efectos de los neurotransmisores y cómo interactúan con los circuitos del cerebro), genéticos (es más común en familias que también lo sufran u otros trastornos), adaptativos (tras acontecimientos vitales como dificultades económicas, pérdidas de seres queridos, problemas laborales, niveles altos de estrés) y ambientales o sociales que pueden contribuir a la aparición de este trastorno. Además, existen factores psicológicos que hacen a la persona ser más vulnerable a la distimia, como una visión negativa y distorsionada de sí mismo, del mundo y del futuro, vivir de forma continuada situaciones interpretadas como desagradables o estresantes, percepción de falta de control de la vida, dificultad de acceder a potenciales reforzadores (situaciones que nos hacen sentir bien), tendencia a atender a las cosas negativas que suceden. La enfermedad tiene un pronóstico crónico afectando y disminuyendo la calidad de vida de la paciente.

Aunque no hay forma de prevenir totalmente la distimia, sí que hay formas de reducir su probabilidad de aparición, como es controlar de forma adecuada el estrés, fomentar la resiliencia y la propia autoestima, rodearse de amigos y familiares, buscar ayuda en el momento del inicio de los síntomas, buscar metas a corto y largo plazo, mantener hábitos de vida saludables (practica de deporte, alimentación sana y adecuados hábitos de sueño), practicar actividades agradables, meditación o yoga, aceptar las propias emocionales, no consumir drogas ni alcohol, hacer actividades.

Diagnóstico y tratamiento

Para diagnosticar la Distimia es necesario realizar pruebas psicológicas y/o médicas.

En relación a las pruebas psicológicas se evaluarán los síntomas, comportamientos, afectación en las diferentes áreas vitales de la persona, estado anímico, antecedentes, tiempo que lleva con los síntomas, comorbilidad.

En cuanto a las pruebas físicas se evaluarán las diferentes patologías orgánicas que sufra la persona, análisis de sangre.

En función de tu situación, será necesario combinar medicación con terapia psicológica. La terapia cognitivo-conductual tiene gran eficacia en este tipo de trastornos y se centra en modificar la visión distorsionada de uno mismo y del entorno a través del entrenamiento de habilidades, programar actividades gratificantes, aprender a detectar lo que está reforzando los síntomas y diseño de metas realistas y motivantes, con el objetivo de mejorar tu calidad de vida.

Si te sientes identificado/a con estos síntomas y sientes que quieres recuperar el bienestar en tu vida, ponte en contacto con nosotros.

“La preocupación es como una mecedora: te da algo que hacer, pero nunca te lleva a ninguna parte”. Erma Bombeck

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