Terapia en casa

Cómo superar la pérdida de un ser querido

Aprender a convivir con la pérdida de un ser querido, ya sea de un familiar, un amigo cercano o la pareja, es uno de los mayores retos a los que nos podemos enfrentar en nuestra vida. Aunque entendamos la pérdida como una parte natural e inevitable de la vida, nos embarga la confusión, el vacío, lo que puede dar lugar a periodos de tristeza y de depresión largos y duraderos.

Entendemos el duelo como un proceso de adaptación emocional que sucede tras una pérdida de un ser querido. Implica enfrentarse al hecho de que no vamos a ver a esa persona y un proceso de reintegración, de aprender a vivir sin esa persona.

“El duelo no te cambia, te revela”

John Green

Todas las personas estamos destinadas a sufrir cambios; sin esos cambios no tendría sentido la vida.

Ante el duelo cada uno de nosotros reaccionamos de forma distinta en función de factores individuales y del entorno (haber afrontado una pérdida previamente, tener una buena red de apoyo, rasgos de personalidad, momento vital, forma en la que ha fallecido la persona). La gran mayoría de personas tenemos la capacidad de superarlo y continuar con nuestras vidas después de haber gestionado el duelo, ya que los seres humanos tenemos una gran capacidad de resiliencia.

Además no hay un periodo establecido, ya que como dice Vicente Prieto: “tiempo emocional no tiene nada que ver con el tiempo cronológico”

La psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross en 1969, estableció cinco fases dentro del duelo:

• Fase de Negación o de shock. En esta fase nos negamos a asumir el fallecimiento, evitando la dolorosa aceptación de la realidad
• Fase de Enfado, indiferencia o ira. En esta, la realidad se vuelve visible y nos provoca enfado con la situación, con nosotros mismos e incluso con la persona fallecida, buscando culpables de la situación.
• Fase de Negociación: se intenta encontrar una solución para pasar a la del propio dolor emocional.
• Fase de Tristeza. Aquí entramos en el propio proceso de gestión del duelo. Dejamos de negar lo ocurrido y empezamos a aceptar la pérdida, entrando en contacto con la tristeza.
• Fase de Aceptación. Entender la nueva realidad para permitirnos continuar hacia adelante recompuestas las heridas.

Para entenderlo mejor recurrimos a la metáfora del río:

Cómo continuar con la vida tras la pérdida de un ser querido

Algunas estrategias para continuar con la vida tras la pérdida son:

• Habla sobre la muerte con amigos, familiares, un profesional, con otras personas que también están lidiando con la perdida, para facilitar el desahogo y la liberación emocional. Hablar nos permite entender mejor e ir aceptándolo progresivamente. La aceptación consiste en asumir que la realidad es la que es, aunque eso no implique que nos guste.
• Gestionar las emociones que aparezcan. Elaborar la pérdida implica afrontar emociones desagradables como son la tristeza, la rabia o la frustración. Evitar esa experiencia y ese dolor genera un estancamiento y bloqueo emocional (aparece al evitar mirar las fotos, refugiarse en adicciones, llenar la vida de actividades sin dejar espacio para la introspección). Es necesario estar dispuestos a abrazar el dolor para poder integrar la nueva realidad.
• Realiza tareas de autocuidado, más en este momento. Entre estas tareas se encuentra el alimentarte de forma saludable, practicar algo de actividad física e intentar mantener hábitos de higiene y de sueño saludables.
• Rememorar y celebrar la vida del ser querido. Enmarcar fotos, mantener las tradiciones familiares, recordar momentos de alegría y recuerdos con esa persona.
• Retomar poco a poco la vida. Establecer metas y objetivos a largo plazo, hábitos diarios para lograrlos, recuperar las relaciones sociales, hobbies y actividades de tiempo libre, para recuperar la ilusión por vivir, por ti y por la persona que ya no está.
• Haz algo en honor a esa persona. Puede ser dedicarle un día concreto, vivir y recordar con alegría la vida de nuestro ser querido, estudiar o aprender algo en memoria de esa persona, planta un árbol en su nombre, escribe un libro….
• Nombra a la persona fallecida. Muchas veces evitamos hablar de esta persona por miedo a generar molestias en los demás. Nombrarla ayudará tanto a ti mismo como a los demás a hacer honor en su nombre. Las personas no morimos del todo si nos recuerdan.          
• No te alejes de los demás ni te niegues a ti mismo durante el proceso. Decide cuándo y con quien hablar, pero permítete sentirte en compañía.               
• Escribe una carta de despedida. Es importante plasmar todos los sentimientos tanto positivos como negativos hacia esa persona. Tomate tu tiempo para redactarla. Cada vez que comiences a escribir, relee lo que pusiste días anteriores.
• Crea una “caja de la memoria”. En esta caja guardarás cosas especiales que te recuerdan a esa persona que ha fallecido y la relación que tuvisteis. Puedes decorar la caja, pintarla, pegarle papeles y meter dentro fotos con esa persona, cartas, recortes de conversaciones, objetos, regalos, palabras que tengan significado para ti, para esa persona o para vuestra relación.

Si crees que estás pasando un duelo, incluso un duelo patológico, no dudes en pedirnos ayuda. Desde la psicología sanitaria podemos ayudarte a través de diferentes técnicas para ayudarte en tu caso personal y darte herramientas de gestión emocional para mitigar el dolor desde un proceso de autoconocimiento, de empatía y de apoyo.

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Autores citados:

Prieto, V. (2018). La pérdida de un ser querido. España: La esfera de los libros.

Kübler-Ross, E. (1969). On death and dying. New York: The Macmillan Company.