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La sexualidad y la afectividad, estas facetas de la vida de las personas, ya sea juntas o por separado, son dos aspectos que si nos faltan no nos van a provocar la muerte, como puede ser el dejar de comer o de respirar, pero sí nos pueden ocasionar infelicidad y mermarnos hasta puntos muy serios.
Como ya sabes, las personas somos seres sociales, es decir, que la sociabilidad forma parte de nosotras: necesitamos relacionarnos con otras personas y eso nos hace bien. Además, también somos seres sexuados, ¿y esto qué significa? que nacemos con la capacidad innata de dar y de recibir placer.
Por lo tanto, es muy usual que la sexualidad, la afectividad y la sociabilidad formen parte de nuestras vidas, desde el día en que nacemos hasta en el que morimos y, dependiendo de la época o del momento, puede que estén presentes en mayor o menor grado; puede que elijamos reprimirlas y esconderlas en algún cajón, por algún motivo; o puede que elijamos tenerlas siempre presentes en nuestro día a día. Lo que sí es verdad es que, si en nuestra vida nos falta alguna de ellas o ambas, o las tenemos pero no nos proporcionan ese deseado bienestar que se supone que va de su mano, es algo que tenemos que atender.
La/el terapeuta sexual y de pareja trabaja con personas que experimentan algún tipo de desorden, de bloqueo o de experiencia negativa en relación a su vida sexual, en alguno de los diferentes aspectos, ya sea consigo mismo, con su pareja o amantes o con respecto al resto de personas. Cuando una persona encuentra un obstáculo para expresar libre y saludablemente su sexualidad y afectividad en su día a día y es algo que le incomoda o que vive con infelicidad, puede plantearse acudir a un/a sexólogo/a o terapeuta sexual y de pareja.
Es importante conocer que no se trata de una terapia psicológica ya que no tiene que ver con los trastornos derivados de la salud mental, sino que se trabaja todo aquello que procede de ideas erróneas, desinformación, confusión o un mal aprendizaje que se hacen reales y palpables y que se desconoce cómo gestionarlos adecuadamente.
La/el terapeuta es un/a profesional que guía a la persona demandante para llegar al objetivo de vivir de manera consciente y satisfactoria su propia vida sexual.
En la terapia se trabaja la escucha activa y el diálogo; se aportan información y conocimientos sobre los aspectos pertinentes y se estipulan tareas concretas. Es una variedad de intervenciones que se adaptan personal e individualmente a las personas que acuden a terapia, en función de sus necesidades, hasta alcanzar el objetivo de adquirir todo lo necesario para poder vivir libre y autónomamente su vida sexual y afectiva.
Dependiendo de las necesidades de cada caso, las sesiones se pueden extender más o menos en el tiempo, y siempre es totalmente imprescindible la implicación de la persona demandante: es necesario que la persona acuda a terapia con intención de conseguir un objetivo.
Todo aquello que requiera algún tipo de orientación, información, educación o re-educación con respecto a la propia sexualidad o la sexualidad compartida. En definitiva, todo aquello que se viva de manera negativa, con ansiedad, desencuentro, frustración, miedo, bloqueo o vergüenza.
Algunas consecuencias conocidas de estas dificultades son, por ejemplo: la confusión con respecto a la identidad sexual (conflicto con respecto a los roles de género dados), la falta de deseo (ausencia de “ganas” o pocas ganas de mantener relaciones sexuales), la disfunción eréctil (dificultad para mantener una erección), la anorgasmia (ausencia de orgasmo), el vaginismo (tensión involuntaria de las paredes vaginales), la dispareunia (dolor vaginal o vulvar asociado a la penetración), la eyaculación precoz (sentimiento de rapidez eyaculatoria), desajustes de pareja o vínculo (problemas relacionales, afectivos o sexuales), etc.
Me llamo Laura Cruz Martínez. Soy Sexóloga formada por la Fundación Sexpol de Madrid junto con la Universidad Rey Juan Carlos y Educadora Social por la Universidad Complutense de Madrid. Profesionalmente llevo más de 10 años dedicándome a las personas y a sus facetas más íntimas, como problemas personales, familiares, sociales y también sexuales. Actualmente, ejerzo terapias sexológicas online a través de terapiaencasa.es
Me gusta conocer, por lo que nunca me parece suficiente y siempre estoy ampliando mis conocimientos. La sexualidad me parece un mundo aún por explorar y del que seguir aprendiendo, eliminando los tabúes e ideas erróneas que aún nos rodean.
Considero que la sexualidad es algo básico en la vida de las personas, y por tanto hay que conocerla, cuidarla y atenderla cuando algo empieza a fallar, ¡pues sexualidad es vida!
Mi objetivo es dotar de herramientas a las personas para que puedan vivir su sexualidad, tanto individual como compartida, desde la consciencia, el disfrute y la libertad personal, además de que puedan tomar decisiones con responsabilidad y así aprender a evitar situaciones no deseadas.
En mis terapias, la protagonista es la persona que acude a consulta. Después de conocer su problemática, se estipula la línea de trabajo a seguir y se establece una relación terapéutica basada en pautas concretas, hasta la consecución del objetivo. Para mí es muy importante la escucha activa y el diálogo; gracias a esto, puedo ir ajustando la terapia a las necesidades concretas de la persona.
Defiendo la igualdad de trato y equidad entre todas las personas, independientemente de su sexo, identidad, condición social, orientación sexual, raza, etc., por lo que mis sesiones en consulta se trabajan desde esta perspectiva de respeto por el simple hecho de ser personas y, también, desde una perspectiva feminista que defiende un trato humano, digno e igualitario entre mujeres y hombres; en definitiva, entre personas sin importancia de ningún aspecto más.
Para contactarme, escribe a: info@terapiaencasa.es o dale a contacto
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