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Un estudio publicado en la “National Library of medicine” menciona cuales son algunos de los hábitos que deberían implementarse en la vida cotidiana para alcanzar la felicidad, salud mental y bienestar general. El bienestar mental es un aspecto fundamental de nuestra salud general. Adoptar estos hábitos puede ayudar a reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y fortalecer la salud mental en general. Aquí te presentamos cinco hábitos respaldados por la ciencia que puedes incorporar en tu rutina diaria para cultivar un mejor bienestar mental:
La práctica de la gratitud ha sido objeto de atención creciente en la investigación científica debido a sus impactos notables en la salud mental. Al tomarnos el tiempo diariamente para reflexionar sobre las cosas por las que estamos agradecidos, podemos cultivar un enfoque más positivo hacia la vida.
Estudios realizados en psicología positiva han demostrado que la gratitud está asociada con una mayor satisfacción con la vida y una mayor resiliencia emocional. Cuando expresamos gratitud, activamos regiones específicas en el cerebro relacionadas con el procesamiento de la recompensa y la toma de decisiones. Además, se ha observado que la gratitud está inversamente relacionada con la depresión y la ansiedad.
Integrar la práctica de la gratitud en nuestra rutina diaria puede ser tan simple como mantener un diario de gratitud. Cada noche, tómate unos minutos para anotar tres cosas por las que te sientas agradecido. Pueden ser grandes logros o pequeños momentos de felicidad. Al hacerlo, entrenas tu mente para enfocarse en lo positivo, construyendo una perspectiva más optimista y resistente.
Las relaciones sociales desempeñan un papel crucial en el bienestar mental. Somos animales sociales por naturaleza y no podemos evolucionar correctamente sin un entorno social que nos apoye. Mantener conexiones significativas con amigos, familiares y comunidades proporciona un apoyo emocional fundamental y ayuda a reducir la sensación de aislamiento.
La ciencia respalda la idea de que las personas con fuertes redes sociales tienden a tener una mejor salud mental. Estudios han demostrado que la calidad de nuestras relaciones está vinculada a la felicidad y la satisfacción con la vida. Estudios han demostrado que la calidad de nuestras relaciones está vinculada a la felicidad y la satisfacción con la vida. La interacción social también puede actuar como un amortiguador contra el estrés, proporcionando un espacio para compartir experiencias y recibir apoyo. Asegúrate de mantener y cultivar relaciones significativas en tu vida diaria, ya sea a través de llamadas, encuentros personales o actividades en grupo.
La relación entre el ejercicio y el bienestar mental es profunda y bien establecida. La actividad física regular no solo beneficia al cuerpo, sino que también tiene impactos positivos en la salud mental. Cuando nos ejercitamos, liberamos endorfinas, neurotransmisores que actúan como analgésicos naturales y generadores de bienestar.
Además, el ejercicio regular ha demostrado ser eficaz para reducir los síntomas de la ansiedad y la depresión. Se cree que esta conexión se debe a los efectos del ejercicio en la liberación de sustancias químicas cerebrales como la serotonina, que regula el estado de ánimo, y el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), que favorece el crecimiento y la salud de las células cerebrales.
No es necesario realizar entrenamientos intensos para cosechar los beneficios. Incluso actividades moderadas como caminar, nadar o andar en bicicleta pueden marcar la diferencia. La clave está en la consistencia. Establecer metas alcanzables y encontrar actividades que disfrutes facilitará la incorporación del ejercicio en tu rutina diaria.
La meditación y el mindfulness han ganado popularidad en los últimos años como herramientas efectivas para mejorar el bienestar mental. Estas prácticas, derivadas de tradiciones contemplativas, tienen beneficios demostrados en la reducción del estrés, la mejora de la concentración y la promoción de la claridad mental.
La meditación implica entrenar la mente para enfocarse en el momento presente, ya sea a través de la atención plena a la respiración, la exploración de sensaciones corporales o la repetición de mantras. La atención plena, por otro lado, se trata de estar consciente y aceptar los pensamientos y emociones sin juzgarlos.
Numerosos estudios han respaldado la eficacia de estas prácticas en la reducción de la ansiedad y la depresión. A nivel cerebral, se ha observado que la meditación aumenta la densidad del hipocampo, una región asociada con el aprendizaje y la memoria, y reduce la amígdala, implicada en la respuesta del miedo y el estrés.
Incorporar la meditación y el mindfulness en tu rutina diaria no requiere grandes compromisos de tiempo. Comienza con sesiones cortas y aumenta gradualmente la duración a medida que te sientas más cómodo.
Proponerse metas es un aspecto esencial para nuestra calidad de vida y bienestar, ya que nos proporciona un rumbo de vida, motivación y una estructura para las acciones del día a día. Es importante que tus metas sean específicas, medibles, alcanzables, relevantes y con un límite de tiempo. Tienes que tener claro qué quieres lograr, cómo se va a evaluar el progreso, asegúrate de que es realista y que tienes interés en conseguirlo. Además, es importante dividir tus metas en corto, medio y largo plazo, según la dificultad.
Después de establecer tus metas tienes que elaborar un plan de acción. Identifica los pasos específicos que necesitarás tomar para alcanzar cada meta. Este plan puede incluir hitos intermedios, recursos necesarios y posibles obstáculos que podrías encontrar en el camino. Tener un plan sólido te ayudará a mantenerte enfocado y organizado a medida que trabajas hacia tus objetivos.
Revisa tus metas periódicamente y adáptalo según tus rutinas, hábitos, estado físico y mental. Además, es importante celebrar los logros intermedios a lo largo del camino, ya que te dará motivación y satisfacción personal.
La falta de sueño puede tener un impacto significativo en la salud mental. Establecer una rutina de sueño regular y asegurarse de obtener suficientes horas de descanso es esencial. El sueño adecuado está vinculado a una mejor capacidad para manejar el estrés, una mayor concentración y un estado de ánimo más equilibrado. Evita la estimulación antes de acostarte y crea un ambiente propicio para el sueño en tu dormitorio.
Incorporar estos hábitos diarios, respaldados por la ciencia, puede contribuir significativamente a mejorar tu bienestar mental. Al hacer pequeños cambios en tu rutina diaria, puedes cultivar una mentalidad más positiva y resiliente, lo que te permitirá enfrentar los desafíos diarios con mayor fortaleza emocional.
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