La adolescencia es un viaje tumultuoso marcado por importantes cambios físicos, emocionales y sociales, siendo un factor de riesgo para múltiples trastornos mentales y psicológicos. En muchas ocasiones los adolescentes enfrentan una tormenta interna que los lleva a recurrir a comportamientos preocupantes como son las autolesiones no suicidas. En este artículo vamos a explorar las causas subyacentes y psicológicas de este tipo de conductas, buscando comprender por qué ocurre y ofrecer estrategias para apoyar a los adolescentes que atraviesan estos momentos difíciles.
Cuando hablamos de autolesiones hablamos de conductas que son a menudo malinterpretadas como intentos de llamar la atención, actos que no tienen el objetivo de acabar con la vida sino acabar con el dolor y el sufrimiento. La prevalencia de estas conductas es cada vez más alta, calcula que entre un 40 y un 60% de los adolescentes que consultan a psiquiatría o psicología han presentado conductas autolesivas. Además, el inicio es cada vez más precoz, en torno a los 12 años.

Los signos de alerta que podemos identificar son:
- Marcas físicas: como cortes, quemaduras, moratones, punzadas…
- Cambios en el comportamiento: alteraciones en patrones de sueño, pérdida de interés en actividades previas, aislamiento social.
- Expresiones creativas reveladoras: por ejemplo dibujos poco habituales, oscuros, juegos aislados o con temáticas extrañas. Desde el arte, la escritura, el dibujo muchos niños y adolescentes revelan la lucha interna que no saben o pueden expresar verbalmente.
- Ocultar partes del cuerpo para que no se vean las lesiones.
Pero… ¿por qué se producen?
- Turbulencias emocionales: la montaña rusa emocional de la adolescencia puede superar a algunos jóvenes y recurrir a conductas autolíticas para liberar la presión y el malestar
- Conflictos personales, problemas de autoestima y de la identidad
- Traumas del pasado, cicatrices invisibles, como el bullying o duelos
- Trastornos como la depresión, ansiedad, trastornos de personalidad, etc.
- Factores de personalidad: baja tolerancia al estrés, alta reactividad emocional, frustración, dificultades en regulación emocional
La función de este tipo de conductas es la de calmar o comunicar un malestar emocional. Hay que tener en cuenta que suele ser más llevadero y rápido soportar el malestar físico que el emocional. Al fin y al cabo, el dolor físico es más tolerable y, a veces, más manejable que el dolor emocional. Por otro lado, las conductas autolesivas pueden cumplir una función de castigo.
¿Qué influencia tienen las redes sociales en las conductas autolesivas?
En la actualidad el acceso prácticamente ilimitado a las redes sociales por parte de niños cada vez más jóvenes y adolescentes significa poner a disposición de estos una fuente de retroalimentación para este tipo de conductas patológicas. Por desgracia, son cada vez más los jóvenes que de una forma directa o indirectas, comparten este tipo de conductas en las redes, como tiktok, lo que muchas veces genera un efecto contagioso entre los iguales induciendo a la imitación.
¿Las conductas autolesivas no suicidas pueden derivar finalmente en suicidas?
Efectivamente, las conductas autolesivas, aunque en sí mismas no cuentan con intencionalidad suicida, se ha visto que aumentan el riesgo de conducta suicida en el futuro. De hecho, las autolesiones repetidas en la etapa adolescente son el factor predictivo más importante para el desarrollo de conductas suicidas en el futro. Por este motivo, la detección y el abordaje precoz de estas autolesiones cobran especial importancia de cara a la prevención de la conducta suicida.
Plan de acción:
- Comunicación empática. Es importante hablar con ellos desde un diálogo abierto sin juicios, entendiendo que no lo hacen como una llamada de atención egoísta, si no desde el dolor y desde no tener otras herramientas para liberarlo. Es necesario que se sientan seguros para que puedan expresar todo lo que llevan dentro, aunque a nosotros como adultos nos genere impotencia o incomodidad.
- Búsqueda de ayuda profesional. Cuando llegamos a dañarnos a nosotros mismos, los riesgos son extremos ante posibles intentos de suicidio, por lo que es muy importante acudir a profesionales, psicólogos y psiquiatras, para detener estas conductas.
- Participación familiar. La familia es un apoyo esencial para el proceso de recuperación.
- Fomentar alternativas positivas, enseñándoles otras estrategias de afrontamiento saludables. Aquí van algunas:
- Hacer deporte
- Meditación y/o respiración profunda
- Escribirte con rotulador rojo en donde te harías esas conductas autolíticas
- Inflar un globo para soltar el aire
- Hablar con alguien
- Escuchar música
- Expresión artística
Entender las autolesiones en los adolescentes requiere desterrar el estigma y ser comprensivos con ellos. Al ser empáticos podremos construir un entorno que apoye a los adolescentes en su proceso de creación de identidad. Los adolescentes merecen sentirse comprendidos y respaldados mientras enfrentan sus desafíos emocionales. Si tienes a un adolescente a tu lado y te has sentido identificado con este artículo, no dudes en contar con nosotros para poder ayudarle a salir de este pozo. Hay solución, pero cuanto antes lo cojamos antes podrás vivir en bienestar.

Si convives o detectas que algún adolescente se autolesiona, es imprescindible que busques ayuda profesional, desde Terapiaencasa.es podemos ayudarle a canalizar sus emociones de una manera más saludable y que se deje de hacer daño.
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