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¿Alguna vez sentiste que tus relaciones siguen un patrón repetitivo? Al principio todo parece mágico, pero con el tiempo te encuentras en las mismas situaciones: sintiéndote ignorado/a, rechazado/a o como si nunca fueras suficiente. Puede parecer casualidad o mala suerte, pero la realidad es que muchas veces nuestras elecciones en el amor están influenciadas por patrones emocionales que arrastramos desde la infancia.
Lo bueno es que estos ciclos no son inmutables. Si entiendes por qué repites estas dinámicas y cómo empezar a cambiarlas, podrás construir relaciones más conscientes y satisfactorias.
Desde pequeños/as aprendemos lo que significa el amor, pero no solo con palabras, sino a través de las acciones y actitudes de nuestros cuidadores. Por ejemplo:
Estos aprendizajes nos marcan profundamente, y aunque pasen los años, seguimos llevándolos en nuestra mochila. Sin darnos cuenta, buscamos parejas que replican esas dinámicas familiares, porque nos resultan naturales, incluso si nos lastiman.
Un Ejemplo claro:
Tomemos el caso de Ana. De niña, sus padres eran críticos y poco afectuosos. Cuando sacaba buenas notas o hacía algo destacado, recibía elogios; pero si fallaba, la crítica era inmediata. Ana creció con la sensación de que nunca era suficiente.
Ya adulta, comenzó a notar un patrón en sus relaciones. Se sentía atraída por personas que al principio parecían atentas y cariñosas, pero que con el tiempo se volvían exigentes o críticas. Sin darse cuenta, Ana estaba reviviendo esa dinámica de “esforzarse para ser suficiente”. Esto no era casualidad, sino una forma inconsciente de buscar resolver lo que quedó pendiente en su infancia.
Nuestro cerebro busca lo que conoce, incluso si nos hace daño. Lo familiar nos da una sensación de control: sabemos cómo manejarnos en esas situaciones, aunque sean incómodas o dolorosas. Además, muchas veces buscamos, inconscientemente, sanar esas heridas del pasado. Por ejemplo, si creciste con cuidadores distantes, podrías elegir parejas similares, creyendo que esta vez sí lograrás que te den el amor que necesitas.
El problema es que estas dinámicas no suelen sanar las heridas, sino que las perpetúan. Sin embargo, el ciclo se puede romper. Requiere trabajo, pero es posible.
Romper estos ciclos no es fácil, pero tampoco es imposible. Todo empieza con autoconocimiento, paciencia y compromiso contigo mismo/a.
El primer paso es reconocer qué se repite en tus relaciones. Reflexiona sobre tu experiencia y pregúntate:
Por ejemplo, si siempre te sientes ignorado/a, podría ser que estás buscando la atención que te faltó en tu infancia.
Pregúntate:
Reconocer estas necesidades no es para juzgarte, sino para entender de dónde vienen tus patrones y empezar a cambiarlos.
Muchos de nosotros buscamos que nuestras parejas llenen vacíos emocionales que no hemos aprendido a llenar nosotros mismos. Sin embargo, las relaciones más saludables nacen cuando ya sabemos cómo cuidarnos.
Ejemplos prácticos:
Cuando aprendes a satisfacer tus necesidades, puedes entrar en relaciones desde un lugar de equilibrio en lugar de carencia.
Ten en cuenta que el cambio no es lineal. Es normal que vuelvas a caer en viejos patrones, pero lo importante es que lo notes y reflexiones. Pregúntate:
Responder a tus emociones con conciencia, en lugar de reaccionar automáticamente, es clave para crecer.
A veces, romper patrones arraigados requiere ayuda externa. Hablar con un terapeuta puede ser una herramienta poderosa para identificar tus heridas, trabajar en ellas y construir herramientas para relaciones más saludables.
Cambiar estos patrones no es sencillo, pero cada pequeño paso cuenta. Identificar tus necesidades, aprender a satisfacerlas y elegir conscientemente tus relaciones te permitirá salir del ciclo repetitivo. Recuerda: aunque el pasado te haya marcado, siempre puedes decidir un camino diferente.
Al final, el amor que buscas afuera empieza por el que te das a ti mismo/a.
Si necesitas apoyo para romper estos patrones o piensas que sería de ayuda hablar con nuestro equipo de psicólogos y psicólogas online, o bien con nuestras terapeutas de pareja, puedes escribirnos y solicitar una cita; te estamos esperando.