El nacimiento de un bebe es una experiencia vital que genera emociones muy intensas, desde una inmensa alegría y felicidad, hasta miedo, ansiedad y agotamiento físico y psicológico. Después del nacimiento del bebé es habitual sentir melancolía, estados de ánimo inestables, episodios de llanto, de euforia, de ansiedad y problemas de sueño. En los últimos años se está dando más cabida a una realidad dolorosa de la que no se habla: la depresión posparto. Hoy hablamos de ella.

En primer lugar, vamos a diferenciar entre melancolía/tristeza posparto y depresión posparto
Melancolía/tristeza posparto
Es una experiencia habitual entre las madres que acaban de dar a luz producido por la combinación de hormonas, nuevas responsabilidades, nuevo rol, cambios físicos y agotamiento psicológico y físico. Un recién nacido necesita atención 24 horas al día, por lo que estos síntomas pueden ser habituales y sentirse cansadas y abrumadas. Puede durar hasta dos semanas. Encontramos algunos de los siguientes síntomas:
- Dificultad o imposibilidad de relacionarte con tu bebé, sientes que no es algo tuyo y que no te pertenece.
- Sentimiento de pérdida de tu identidad y que una etapa de tu vida ha comenzado y has perdido tu libertad e independencia
- Adaptación a la maternidad
- Torbellino emocional, pasas del llanto a la alegría en momentos
- Cambios hormonales
- Sentirse abrumado, llanto, problemas de concentración
- Problemas durante el parto, alargar el periodo de hospitalización por complicaciones con el bebé y con el posparto.
- Influyen:
- Problemas previos de salud física y mental, traumas vividas durante la infancia y/o juventud
- Problemas en el posparto y hospitalarios
- Causas biológicas
- Sensación de falta de apoyo social
- Estrés y acontecimientos importantes vitales
Depresión posparto
Si todos los síntomas anteriormente mencionados persisten, es probable que estrés sufriendo una depresión posparto. Entre los síntomas aparecen:
- Estado de ánimo depresivo, llanto incontrolable
- Desesperanza
- Sentimiento de vacío
- Pereza, cansancio y agotamiento
- Ansiedad e irritabilidad
- Trastornos del sueño y/o del apetito
- Excesiva preocupación o dejadez hacia el bebé
- Miedo a hacer daño al bebe
- Dificultad para cuidarte a ti misma y al bebé
- Aislamiento social (familiar, de pareja, amistad…)
- Menor entusiasmo en actividades que antes si disfrutabas
- Falta de energía y cansancio extremo
- Problemas de memoria y de atención y concentración
- Falta de cuidado personal y de hábitos de higiene
- Sentimientos de culpa, vergüenza, inutilidad
- Pensamientos de suicidio o de lastimarte
Al menos 1 de cada 10 madres sufre depresión posparto. Suele aparecer entre 2-8 semanas después de dar a luz, pero puede darse hasta un año después del nacimiento del bebé. En algunos casos aparece la psicosis posparto, poco común que aparece en la primera semana después del parto. Entre los síntomas encuentras: pensamientos obsesivos sobre tu bebe, sensación de confusión desorientación, alucinaciones, problemas de sueño, intentos de lastimarte.
En los padres primerizos también puede aparecer la depresión posparto. Ellos también pueden sentirse tristes, cansados, abrumados o ansiosos y tener problemas de sueño y de alimentación. La depresión posparto en los padres puede tener el mismo efecto negativo en la pareja y en el desarrollo del bebé que el que aparece en las madres.
Causas
Hay variedad de causas o factores precipitantes por las que puede aparecer la depresión posparto, entre ellos encontramos:
- Genética (tener antecedentes familiares de depresión posparto aumenta el riesgo de tenerla)
- Cambios físicos y hormonales (caída de la progesterona y estrógeno, aumento del peso, caída del pelo, problemas de piel, cambios en el cuerpo)
- Falta de tiempo para ti misma
- Problemas de sueño (dormir poco) o trastornos de la alimentación
- Cambio en relaciones sociales y aislamiento
- Preocupaciones acerca de la capacidad para ser un buen padre/madre
- Haber sufrido algún trastorno mental durante la vida
- Vivir un hecho estresante durante el embarazo o el parto
- Problemas personales (económicos, sociales, en la pareja, consumo de alcohol, tabaco o drogas, no haber esperado el embarazo y haber dudado si seguir o no)
- Ser padres jóvenes y primerizos
Complicaciones si no se trabaja la depresión posparto:
En la madre: puede derivar en un trastorno depresivo prolongado en el tiempo, problemas de vínculo con el bebé, riesgo de lastimarte.
Problemas en la relación de pareja, causando distanciamiento, tensión, probabilidad de que la aparezca también sufra depresión.
En los niños: traumas infantiles, problemas emocionales y de comportamiento (dificultad para dormir, irritabilidad, llanto excesivo, retraso en el desarrollo del lenguaje).

¿Cómo se puede prevenir?
Aprendiendo a gestionar el estrés, creando redes de apoyo, comprender qué es la salud mental y el bienestar. Antes de que llegue el bebé, ponte en contacto con tus amigos y familiares y diles cómo te gustaría que te apoyaran. Acudir a terapia antes de la llegada del bebé con el objetivo de prepararse emocionalmente para el cambio vital que es tener un bebé.
¿De qué forma puedes apoyarte a ti misma si sufres una depresión posparto?
- Pide ayuda y apoyo en casa si sientes que no los estás recibiendo
- Mantén hábitos de vida adecuados: dormir lo suficiente, alimentación sana rica en proteínas
- Psicoterapia
- Medicación antidepresiva o ansiolítica
- Acudir a un grupo de apoyo de madres
- Sé amable contigo misma y se compasiva
¿Cuándo debo pedir ayuda?
Si alguno de tus síntomas empeora pasadas dos semanas, o bien dura más de dos semanas, debes considerar la posibilidad de buscar apoyo médico y psicológico. Si además tienes pensamientos de lastimarte a ti o a tu bebe, pide ayuda de inmediato a tu pareja, familia o seres queridos. Llama al 024 o a emergencias.
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