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En la Actualidad está de moda hablar de relaciones tóxicas, pero ¿en realidad qué son?
Las relaciones tóxicas surgen de un comportamiento desadaptativo y problemático en el individuo y puede manifestarse en la pareja – donde suele ocurrir que uno de los miembros actué como “controlador/a” y el otro como el/la “controlado/a”-, en el trabajo – la persona que suele crear conflictos entre compañeros – y por supuesto, con amistades, familia y a nivel social en general. Sin embargo, esta terminología la escuchamos en mayor medida refiriéndose a las conductas de ciertas parejas.
Por lo general, es más fácil observar, comentar y hasta etiquetar el comportamiento ajeno…
… ¿y qué pasa con nuestro propio comportamiento?
Te plantearé algunas preguntas para que puedas sincerarte contigo e identifiques si estos comportamientos se asemejan a los tuyos.
¿Te has llegado a preguntar cuantas veces hablas con tu pareja? y de las cuales, ¿cuántas han sido porque tú le llamas o le escribes? ¿Cuánto le pides/exiges a tu pareja? ¿cuántas veces te molestas con el/ella? ¿Hay razón realmente justificada o es por algún capricho no cumplido? ¿cuántas veces te molestas y es solo para que te consientan o que hagan algo por ti?
Si estas situaciones encajan contigo, ¡te invito a leer este artículo!
Estas conductas se pueden presentar tanto al inicio de la relación como a lo largo de ella, y si bien esta conducta con el tiempo puede crear conflictos – que cuando ocurren podemos no saber ni siquiera a qué se debe – suelen suceder con mucha frecuencia.
Por ejemplo, al inicio de la relación donde estamos en esa fase de enamoramiento, podemos querer estar con nuestra pareja todo el tiempo, saber de ella a cada instante, etc. y este comportamiento es ACEPTADO, mientras que cuando ya ha pasado cierto tiempo y mantenemos esa conducta de llamar cada 20 minutos o escribir hasta que te responda, y si no lo hace, se puede ocasionar un problema, se observa de manera diferente y se empieza a denominar “TÓXICO”.
…Aclaraciones básicas…
1. Las personas NO son tóxicas, pueden tener comportamientos tóxicos que, como hemos descrito son desproporcionados, irracionales, conflictivos y un largo etc. que es diferente.
2. ¡No eres tóxico por llamar a tu pareja, aunque esté con sus amigos! Tu comportamiento tendrá una consecuencia u otra dependiendo del objetivo de esas llamadas, no es lo mismo llamarle para saber donde está cada 20 minutos, que llamarle porque te ha ocurrido algo o se te había olvidado comentarle alguna cosa.
Empieza la “real toxicidad” cuando el objetivo de nuestro comportamiento es Controlar al otro, y este controlar se consigue de muchas maneras, por ejemplo: saber donde está en cada momento, revisar el móvil para saber con quien habla, que dice y qué le dicen; buscar conocer a TODOS sus amigos, amigas, familiares, compañeros del trabajo y del deporte que practique, etc. buscar excusas para no dejarle solo/a, por ejemplo: te enfermaste a último momento y necesitas que se quede a cuidarte, tienes que acompañarle aunque no vaya ninguno/a de tus amigos/as y seas la única persona del sexo opuesto, entre otros muchos comportamientos que son OBSESIVOS.
Quizás la gran mayoría de estos comportamientos lo has podido hacer y no darte cuenta hasta leer este artículo, porque muchas de ellas son inconscientes y “no tienes esa intención”. Estas conductas hablan de nuestras propias inseguridades, autoestima, autoconcepto, y no del comportamiento de nuestra pareja, porque por más que tu pareja te demuestre que no pasa nada “malo”, nunca será suficiente para quedarte tranquilo/a.
Si consideras que, llegado a este punto te identificas, ¡no te preocupes, todo tiene solución! La mejor recomendación es trabajar tu autoestima y lo puedes hacer a través de terapia.
Sin embargo, hay un nivel mucho más elevado y es cuando la intención está presente y la conducta es mucho más intensa, como es en el caso de los permisos, por ejemplo: no otorgar la libertad al otro de tomar sus propias decisiones, no dejarle salir con determinadas personas, o no dejarle salir si no es con el/ella; imponer la propia opinión, no respetar puntos de vista diferente que provenga de la pareja, Exigir determinados comportamientos, crear conflictos innecesarios solo para demostrar quien tiene el control o quien manda. Todos estos comportamientos son los que verdaderamente definen una relación tóxica. Y que por supuesto pueden iniciar malos tratos, agresiones verbales y violencia tanto física como psicológica.
Otra conducta muy característica en relaciones tóxicas de pareja es que el comportamiento se da únicamente dentro de casa, es decir, para los ojos de los demás nada ocurre, la persona es encantadora – “como siempre lo ha podido ser” -, incapaz de hacer daño a nadie, amigable, empática, etc. y a solas, la cosa cambia, deja de ser quien se presenta delante de las demás para adoptar este otro comportamiento con la pareja.
Si es ahora cuando te sientes identificado y consideras que es momento de cambiar estas conductas o al menos hablar de ello, ¡Anímate, podemos ayudarte!
Cómo hemos dicho antes, las relaciones tóxicas se pueden presentar en cualquier ámbito y están a la orden del día. En ocasiones, no son tan identificables y silenciosamente nos pueden hacer mucho daño – viviéndolas de las dos maneras: quien lo hace y quien lo recibe -, con lo cual hay que estar pendientes de quienes nos rodeamos, intentar no ir con personas que hablen mal de los demás -te aseguro que también lo hablarán de ti-, evita estar con personas que se quejen continuamente y que nada bueno que le pase es suficiente para tener una alegría, quienes no se alegren de tus logros, etc. de igual manera es de suma importancia revisarnos y observar detalladamente cuál es nuestro comportamiento con los demás y con nosotros mismos. Retomando lo anterior, es más fácil ver lo que está por fuera de nosotros, y para facilitarte el proceso, te invito a que te plantees estas preguntas:
¿qué piensas de los demás? ¿qué es lo primero que observas en una persona? ¿te alegras de sus alegrías? O más bien te preguntas ¿por qué no te pasó a ti?, ¿logras ver las cosas buenas de la vida? ¿cómo te relacionas con los demás? ¿Qué tono usas al hablar? y tu cara, ¿Qué emoción transmite?…
…Y ahora, la última pregunta para reflexionar: ¿esto lo has hecho o te lo han hecho?
Si consideras que esto te ha pasado, son conductas que sueles tener o has pasado por situaciones similares, escribe a: info@terapiaencasa.es o dale a contacto
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