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El término procastinación en los últimos años ha ocupado un lugar central en webs y redes sociales relacionadas con la psicología y el mundo laboral. Es que sentir que “perdemos el tiempo” nos genera una sensación de insatisfacción y de no estar cumpliendo objetivos.
Cuando hablamos de procastinación hablamos de un fenómeno que afecta a muchas personas. Se manifiesta como el aplazamiento sistemático de tareas importantes o necesarias, en favor de actividades menos prioritarias pero más placenteras o fáciles de realizar. Este aplazamiento genera un alivio temporal, pero a largo plazo nos genera estrés, ansiedad y disminución de la productividad. La procrastinación puede estar arraigada en una variedad de razones, desde el miedo al fracaso hasta la falta de motivación o habilidades de gestión del tiempo inadecuadas.
Sin embargo, existen estrategias psicológicas efectivas que pueden ayudarte a vencer la procrastinación y aumentar tu productividad. A continuación, se presentan algunas de estas estrategias:
Entender el ciclo de la procastinación: El primer paso para vencer la procrastinación es comprender por qué la practicamos. La procrastinación puede ser causada por una variedad de factores, como el miedo al fracaso, la falta de motivación, la incapacidad para manejar el estrés o la falta de habilidades de gestión del tiempo, así como por falta de seguridad en nosotros mismos, creencias limitantes de incapacidad o de agobio frente a la magnitud de la tarea. Identificar la raíz de tu tendencia a procrastinar te ayudará a abordar el problema de manera más efectiva.
Establece metas claras y realistas: Establecer metas claras y alcanzables es fundamental para aumentar la productividad y combatir la procrastinación. Divide tus objetivos en tareas más pequeñas y específicas, y asigna plazos realistas para cada una. Esto te ayudará a mantenerte enfocado y motivado, al proporcionarte pequeñas metas concretas que alcanzar en el camino hacia tus metas más grandes. Además, establecer metas realistas reduce la probabilidad de que te puedas sentir abrumado y tentado a procrastinar.
Crea un plan de acción, organizado y temporalizado: Una vez que hayas establecido tus metas, crea un plan de acción detallado que te guíe en la realización de tus tareas. Prioriza las tareas según su importancia y urgencia, y asigna tiempo específico en tu agenda para trabajar en cada una. Tener un plan estructurado te ayudará a mantenerte organizado y a minimizar las oportunidades de procrastinación.
Disminuye la distracción: Identifica las distracciones que te impiden concentrarte en tus tareas y busca formas de combatirlas. Esto puede implicar desconectar las notificaciones del teléfono móvil, trabajar en un ambiente libre de distracciones o utilizar aplicaciones de bloqueo de sitios web. Al minimizar las distracciones externas, podrás enfocarte mejor en tus tareas y evitar caer en la procrastinación. Sin embargo, es importante recordar que las distracciones pueden ser tanto externas como internas, por lo que también debes estar atento a los pensamientos y emociones que te alejan de tus tareas.
Usa técnicas de gestión del tiempo: Una de las técnicas más conocidas es la técnica Pomodoro. Consiste en trabajar en bloques de tiempo de 25 minutos, seguidos de un breve descanso de 5 minutos. Después de completar cuatro ciclos de trabajo, tomas un descanso más largo de 15-30 minutos. Esta técnica promueve la concentración y la eficiencia al dividir el trabajo en segmentos más manejables.
Cultiva hábitos saludables: Mantener hábitos saludables, como dormir lo suficiente, hacer ejercicio regularmente y mantener una dieta equilibrada, puede tener un impacto significativo en tu capacidad para vencer la procrastinación y aumentar tu productividad. El cuidado adecuado de tu cuerpo y mente te ayudará a mantener altos niveles de energía y concentración, lo que te permitirá abordar tus tareas con más eficacia. Además, el ejercicio físico y la buena nutrición pueden mejorar tu estado de ánimo y reducir el estrés, lo que puede reducir la probabilidad de procrastinar.
Practica la autorreflexión y la autocompasión: Es importante recordar que todos procrastinamos en algún momento, y no debemos ser demasiado duros con nosotros mismos cuando lo hacemos. En lugar de castigarte por procrastinar, analiza qué te ha ocurrido, identifica las causas de tu procastinación y busca formas de abordarlas de manera constructiva. Recuerda que el progreso no siempre es lineal, y cada pequeño paso que des hacia adelante es un logro en sí mismo.
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