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¿Qué es realmente la navidad? una visión desde la salud mental
Se supone que la navidad es la época que más se espera del año, que es la época más feliz, en donde todo es alegría, compartir, ilusión, que es sinónimo de cariño, donde nos podemos permitir muchas cosas porque merecemos y debemos ser felices en esta época…
No es raro encontrarse a alguien triste en esta época o que realmente no le guste estas fechas del año, sin embargo, a estas personas se les cataloga como amargados, anti-navidad o Grinch, entre otros motes, y probablemente sea porque dentro de la concepción social “tenemos que ser y estar felices porque es navidad”, como si la vida realmente nos cambiase en esta época y de repente todo es diferente a lo habitual.
Ahora te pregunto, ¿qué es para ti la navidad?
Después de hacer esta pregunta en distintas ocasiones y por supuesto a distintas personas, su gran mayoría coincide en que es tiempo para disfrutar con la familia y amigos, que es tiempo de unión, de demostrar nuestro afecto con nuestros allegados, que es un momento para ver la vida de manera positiva, es una época que nos devuelve la ilusión, que nos permite ser niños otra vez, y un largo etc.
Esto me hace preguntarme lo siguiente, si esto es así….
¿Por qué debemos esperar a la Navidad para hacer esos encuentros familiares? ¿para expresar lo que sentimos? ¿para dar ese detalle pensando en otra persona? ¿o sencillamente para permitirnos ser felices?
Aunque muchas personas logran vivir esta época del año de una manera satisfactoria, la verdad es que no todo el mundo lo vive de la misma forma, aunque la sociedad nos impulse o nos indique que debemos de estar de determinada manera, puede ser todo lo contrario para otras personas.
Efectivamente, la navidad es la época del año que suscita más emociones, sin embargo, no todas son placenteras, a muchas personas le pueden invadir los recuerdos generando nostalgia, pueden inclusive sentir más solas que habitualmente, aun teniendo muchas personas a su alrededor.
Considero importante resaltar el hecho de que si bien, es una época de encuentros y de demostrar lo que sentimos a través de presentes o detalles con nuestros seres queridos, de sacar tiempo para disfrutar con amigos, familiares, compañeros de trabajo y demás allegados, puede que, en muchos casos, esto no sea del todo sincero.
Pregúntate si realmente haces esto porque te nace o porque se espera que lo hagas…
La navidad no tiene porque ser una época de total felicidad, porque ninguna época del año está exenta de que nos sucedan eventualidades, de que nos sintamos mal, o de que no nos apetezca hacer ciertas cosas, y no por eso significa que algo este mal con nosotros.
Una cosa es que trabajemos en superar nuestras adversidades, en gestionarnos de manera más adecuada emocionalmente, que busquemos y desarrollemos soluciones, incluso podríamos ver este momento del año como una oportunidad para dedicarnos a nosotros mismos, a nuestra salud mental, a nuestro bienestar… como lo puede ser cualquier otra época del año.
No seríamos egoístas si tenemos con nosotros mismos algún detalle, no somos egoístas si no nos apetece quedar con todos por navidad, no esta mal dedicarnos esta época a nosotros, a conocernos, a querernos y a priorizarnos.
¿Sabías que es totalmente “Normal” no encontrarnos totalmente felices en navidad? Es sencillamente porque la vida no se detiene, ni nuestras rutinas, ni responsabilidades. Todo lo contrario, se duplican por el hecho de que “debemos complacer a los demás”, sacar tiempo para dedicar a otras personas que, si bien pueden ser significativas para nosotros, no dejan de requerirnos tiempo. Añadido a esto, las preocupaciones aumentan, gastos, regalos, cenas, trajes, etc. y esto sin contar el gasto emocional que significa el estar siempre disponibles.
También debemos considerar que puede caer sobre el adulto la responsabilidad de que los niños mantengan la ilusión, la alegría, y por supuesto que disfruten de estas fechas y de las vacaciones. Por tanto, sería entendible que sea una época de mucho estrés.
No digo con esto que los adultos no disfrutemos de estas fechas, sino que nos permitamos parar si lo necesitamos para poder disfrutarlo de verdad.
Es importante que, para esto, nos tomemos un tiempo en identificar qué sentimos y qué hace que nos sintamos de esta manera, más que presionarnos con estar felices, dispuestos y disponibles para los demás, podemos empezar por estar disponibles para nosotros.
Otro aspecto importante es el manejo de nuestras expectativas, las cosas pueden que no salgan como esperamos y ser flexibles nos ayudará a disminuir nuestro malestar, de igual modo consideremos esto mismo para los demás, es decir, eso que creemos que los otros esperan de nosotros, eso que creemos que debemos hacer para agradar a los demás, estos aspectos nos ayudan a mantener el estrés, experimentar ansiedad y malestar emocional en general. Recuerda que mientras más alto pongamos el listón será mucho más difícil que nosotros mismos lo alcancemos.
Como comentaba anteriormente, exigirnos estar bien, o fingir estarlo, no nos ayuda mucho, ni hará que lo estemos realmente, por el contrario, nos hará sentirnos peor e incluso desarrollar sentimientos de culpa, pensamientos negativos, susceptibilidad, reacciones inadecuadas, irascibilidad, predisposición, sentimientos de soledad, incomprensión, etc.
¿Crees que sirve de algo fingir estar felices porque sencillamente es navidad?
Si consideras que este artículo va contigo, que no le ves emoción positiva a estas fechas o que te has dado cuenta de que realmente haces cosas que no te nacen o no te hacen sentir bien, en terapiaencasa.es tenemos un equipo grandioso que te ayudará a priorizar tu bienestar emocional y salud mental. El mejor detalle contigo mismo, es ofrecerte la oportunidad de estar bien. ¡Contacta con nosotros! a través de info@terapiaencasa.es o dale a contacto (recuerda la primera sesión es gratuita).
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